¡ QUÉ BRONCA!

Lamentablemente el clásico de la Villa que debía disputarse este pasado Domingo 27 de Julio en el complejo Héctor da Cunha entre los primeros equipos de Rampla Juniors y Cerro en fútbol femenino se suspendió por falta de guardia policial.

Estaba todo pronto para que se dispute el encuentro, los árbitros estaban todos (a veces falta alguno), los equipos cambiados, el formulario del partido entregado a tiempo y la charla técnica dada, pero, lo que no estaba era uno de los dos efectivos policiales mínimos necesarios para la custodia de la terna arbitral.

Desde que se constató la falta de ese policía se hicieron los trámites pertinentes con el señor Coelho, quien es el encargado de designar las distintas guardias policiales para los encuentros de fútbol, para solucionar ese problema.

Dado que se acercaba la hora de inicio del match y la solución no aparecía, se realizaron gestiones ante la seccional de la zona, se telefoneó a efectivos conocidos por los allegados que pudieran estar fuera de servicio e incluso el policía que sí fue, en un gesto destacable, se comunicó con la seccional y con otros policías para colaborar, hasta llego a ir en su propia motocicleta a buscar a un efectivo que él conocía en Santa Catalina.
Todo esto sin dar resultados positivos; parece que a los oficiales les sobra el dinero.

Cabe acotar la buena disposición de la terna arbitral que fue paciente mientras se hacían todas estas gestiones, superando el tiempo reglamentario de espera que es de 15 minutos.
Cuando por fin se consiguió la confirmación de la venida de un guardia, tuvimos nuevamente que esperar que este viniera.
Desgraciadamente luego de tanto esfuerzo, la terna arbitral ya había cerrado el formulario cuando apareció la camioneta policial con el efectivo conseguido.

Cuando ya no había más nada que hacer y estaba todo el mundo “masticando bronca” ambos equipos se pusieron de acuerdo en aprovechar las instalaciones y hacer un enfrentamiento amistoso arriesgándonos a una nueva lesión en el plantel, pero se hizo de todas maneras.
El resultado en goles poco importa, pero ganó Rampla Juniors por tres a cero.

Una vez más se frustra un partido de fútbol femenino por la irresponsabilidad y falta de respeto de la policía, con los perjuicios que todo esto acarrea, como por ejemplo el hecho de mover un gran grupo de gente un Domingo de mañana, gente que viene de distintas partes, no solo de Montevideo, sino del interior del país, ya que, por ejemplo, en Rampla Juniors las muchachas de nuestro plantel vienen de Tarariras, Colonia del Sacramento, Piriápolis Maldonado, Las Piedras, y Ciudad de la Costa; en Montevideo, de Lezica, Unión, Villa Dolores, Pocitos, Villa Española, Bella Vista, Maroñas, La Teja, Reducto, La Paloma, y por supuesto de la Villa del Cerro.

Además, no solo hay que mencionar el perjuicio económico, que es contable, sino también el hecho del tiempo perdido que es invalorable e irrepetible, tiempo en lo que uno puede usar en lo que se le antoje, dormir un poco más, estar con la familia, estudiar, descansar, rascarse, etcétera.

Por otro lado los jueces y el policía que fue, también fueron damnificados, pues ellos cobrarán un monto menor por no haberse jugado el partido.

Asimismo la Asociación Uruguaya de Fútbol y el torneo se afectan, ya que, el calendario se desvirtúa y tendremos que esperar a saber cuando se disputará este encuentro.

Creo que es hora de implementar cambios en el tema de la designación de la custodia policial, quizás haya que nombrar a oficiales que estén de servicio en la seccional de la zona del cotejo para que, si no concurren, los vamos a buscar ahí y no tenemos que dar tantas vueltas e incurrir en gastos de llamadas de teléfonos celulares para aquí y para allá; ya bastantes gastos tenemos en la manutención de esta disciplina por unas poquitas personas, pues del club que representamos no recibimos ni las gracias.

También me parece que habría que implementar sanciones a los policías que no se presenten, posiblemente de esta manera nos tomen más en serio y tengan un poco de respeto por todo el sacrificio de la gente que se dedica a esto.

Informó: Edison Pérez.